¿DE DÓNDE PROCEDEN LOS PROBLEMAS DE PIEL?
Las razones de las imperfecciones cutáneas -como tantas otras cosas- no pueden generalizarse. Mientras que la tendencia a los granos está anclada en los genes de algunos, otros se los causan por una mala alimentación.
Nuestra primera experiencia con granos, pústulas y espinillas es durante la pubertad. La producción excesiva de hormonas masculinas (andrógenos) provoca un aumento de la producción de sebo, que a su vez hace que los poros se obstruyan. Y voilà: ¡Hola, granos! Además, cuando las mujeres empiezan a menstruar, se suele observar que las imperfecciones cutáneas aparecen con más frecuencia. Este es el caso cuando el nivel de estrógenos desciende mientras que el de testosterona (también conocida como hormona masculina) permanece igual. No se puede hacer nada contra estas dos causas hormonales.
Sin embargo, las influencias externas (ambientales) sí pueden: porque las manchas de la piel no son sólo el resultado de cambios hormonales. Tomar el sol sin protección solar también puede favorecer la aparición de granos. Lo mismo ocurre con el tabaco: Los cigarrillos no sólo son perjudiciales para la salud en general, sino también para la piel. No es raro que los fumadores tengan una piel menos firme y una circulación sanguínea más deficiente. Otro factor que es bueno para la salud y la piel (probablemente ya lo adivine) es la dieta, especialmente el consumo excesivo de azúcar. Según la DGE, el consumo de azúcar está por encima de la cantidad recomendada, sobre todo entre los más jóvenes. Además de la obesidad y la diabetes, las manchas en la piel también pueden ser una consecuencia.