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Artículo: TIPOS DE METABOLISMO: ¿DE QUÉ TIPO ERES?

TIPOS DE METABOLISMO: ¿DE QUÉ TIPO ERES?

TIPOS DE METABOLISMO: ¿DE QUÉ TIPO ERES?

Todos los procesos bioquímicos, como la absorción de los nutrientes de los alimentos, el suministro energético del cuerpo o el transporte de los productos de desecho del organismo, pueden ser correctamente regulados por un metabolismo que funcione bien. El tema del metabolismo se asocia a menudo con el peso y, por tanto, con la forma del cuerpo. Esto es correcto, ya que en el metabolismo influyen numerosos aspectos que también influyen en el mantenimiento del peso. Aquí hemos resumido lo esencial que debes saber sobre tu metabolismo. 

¿Porqué es importante el metabolismo?


El metabolismo no esta solo relacionado con el peso, sino también es fundamental para la vida, ya que abarca los procesos químicos que permiten al cuerpo obtener energía y mantener sus funciones esenciales. Convierte los alimentos en energía para actividades básicas como respirar, regular la temperatura y el ritmo cardíaco. También suministra los materiales necesarios para el crecimiento, la reparación de tejidos y la eliminación de desechos, garantizando el funcionamiento de las células.

Además, el metabolismo regula el equilibrio interno del organismo (homeostasis), manteniendo niveles adecuados de glucosa, lípidos y proteínas. También se adapta a las condiciones externas e internas, como el clima o la actividad física, asegurando que el cuerpo funcione de manera eficiente en cualquier situación. Sin un metabolismo adecuado, las funciones vitales del organismo se verían comprometidas.

Consejos generales para el metabolismo


Beber suficiente líquido:
Se recomienda beber entre 2 y 3 litros de líquido -preferiblemente agua- al día, en función del peso y la masa corporal. Una ingesta suficiente de líquidos favorece la digestión y aumenta la tasa metabólica basal. De hecho, el agua fría es especialmente recomendable, ya que el cuerpo tiene que gastar más energía para calentarla a la temperatura corporal.

Practicar ejercicio: El ejercicio pone en marcha el metabolismo, ya que practicarlo de manera regular aumenta la tasa metabólica basal. A ello contribuyen, entre otras cosas, la masa muscular y su activación con regularidad. Recuerda que el ejercicio diario es el primer paso para hacer del ejercicio una parte más de tu rutina. Un buen punto de partida son los famosos 10.000 pasos al día. 

Dormir lo suficiente : No olvides la fase de regeneración. Para un buen metabolismo, es indispensable dormir lo suficiente. Mientras descansas, tus órganos se limpian y se ponen orden. Lo mejor son unos horarios y rutinas de sueño regulares, y con una duración de 7-9 horas. 

Evitar el estrés: Al igual que la falta de sueño, el estrés puede tener un efecto negativo en tu metabolismo. Los estudios demuestran que muchas personas tienden a comer de forma inconsciente y desordenada cuando están estresadas. Así que tómate un respiro y mantén la calma más a menudo. 

 

Mantener una dieta equilibrada: No hay duda de que la nutrición está directamente relacionada con un metabolismo sano. PERO: ¡cuidado! No existe una dieta universal que se adapte a todo el mundo. Es importante averiguar de antemano qué tipo de metabolismo tienes ya que es muy importante y determinará lo que significa una dieta equilibrada para ti. Una cosa es cierta: a nuestro cuerpo le encanta la variedad. 

 

Los distintos tipos de metabolismo

Metabolismo tipo 1: tipo hidratos de carbono 


Las personas con un metabolismo de tipo 1 convierten con facilidad los hidratos de carbono en energía. Si eres del tipo 1, tu comida se compone principalmente de hidratos de carbono. Prefieres alimentos como la pasta, las patatas, el pan y el arroz. La distribución de tus comidas podría ser la siguiente: aproximadamente un 60% de hidratos de carbono, un 25% de proteínas y un 15% de grasas.


Para mantener un metabolismo tipo 1 (dependiente de hidratos de carbono) saludable, es fundamental priorizar carbohidratos complejos de bajo índice glucémico como avena, legumbres y arroz integral, limitando los azúcares refinados. Complementa la dieta con proteínas magras (pollo, pescado, huevos) y grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva). Realiza comidas regulares para evitar fluctuaciones de energía y apuesta por ejercicios aeróbicos como correr o nadar, que utilizan glucógeno como fuente principal. Además, controla el estrés mediante técnicas de relajación, ya que puede afectar el uso eficiente de los carbohidratos. 

Tipo metabólico 2: tipo mixto 


Las personas con un metabolismo de tipo 2 pueden procesar todos los alimentos. ¿Te parece estupendo? Sí, pero aquí es especialmente importante una dieta equilibrada. Una dieta unilateral conduciría a una sobrecarga del metabolismo y, por tanto, a un desequilibrio. Porque sólo se gana peso cuando se come demasiado y no de forma equilibrada. La distribución de tus comidas podría ser la siguiente: aprox. 50% de hidratos de carbono, 30% de proteínas y aprox. 20% de grasas.

Para un metabolismo tipo mixto, que utiliza carbohidratos y grasas de forma equilibrada, es importante mantener una dieta variada que incluya: 

  • carbohidratos complejos (arroz integral, quinoa, legumbres)
  • proteínas magras (pollo, pescado, tofu)
  • grasas saludables (aguacate, aceite de oliva, frutos secos) 

Es importante también realizar comidas regulares para mantener la energía constante y combina ejercicios aeróbicos (caminar, bailar, esquiar etc) con entrenamiento de fuerza para optimizar el uso de ambas fuentes de energía. 

Metabolismo tipo 3: Tipo proteico


Las personas con un metabolismo de tipo 3 obtienen su energía principalmente de las proteínas y las grasas. Esto significa que, como tipo 3, necesitas una dieta rica en proteínas y grasas, pero baja en hidratos de carbono. La distribución de las comidas podría ser la siguiente: un 30% de hidratos de carbono, un 50% de proteínas y un 20% de grasas.

Según los informes, algunas personas con este tipo metabólico sufren pérdida de energía y fatiga después de una comida rica en carbohidratos. El problema de este tipo metabólico es que pueden metabolizar los alimentos muy rápidamente. Por lo tanto, el cuerpo absorbe muy bien los carbohidratos (excepto la fibra), pero son menos saciantes. Por eso se recomienda cambiar a productos integrales, ya que sacian más. Sin embargo, una dieta rica en proteínas y grasas es especialmente recomendable y debe constituir la mayor parte de tu alimentación.

¿Qué tipo de metabolismo tengo yo?


La forma más fácil de averiguarlo es consultarlo con tu médico de cabecera. El tipo metabólico puede determinarse fácilmente mediante un análisis de saliva o de sangre. Si tu médico no ofrece este tipo de pruebas, ponte en contacto con un endocrino o nutricionista especializado que pueda ayudarte y recomendarte posibles pruebas. También existen pruebas sobre el comportamiento alimentario y la reacción a determinados alimentos que pueden darte una primera orientación.

Recordatorio

El metabolismo humano es un tema muy personal y es diferente en cada persona, y en las distintas situaciones vitales. Es importante no subestimar el metabolismo y darle la relevancia que se merece. 

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